* Condiciones ambientales: La temperatura, la humedad, el pH y la presencia de desinfectantes afectan la estabilidad viral. Las altas temperaturas y los químicos duros generalmente degradan los virus más rápidamente.
* Estructura viral: Los virus con sobres lipídicos (como la influenza y los coronavirus) son generalmente menos estables que los virus no envueltos (como los norovirus y los poliovirus). El sobre lipídico es más susceptible al daño.
* Genoma viral: El tipo de ácido nucleico (ARN o ADN) y su estructura también influyen en la estabilidad. Los virus de ARN generalmente tienden a ser menos estables que los virus de ADN porque el ARN es más propenso a la degradación.
Algunos virus conocidos por * relativamente * alta estabilidad bajo ciertas condiciones incluyen:
* norovirus: Estos son notoriamente resistentes y pueden sobrevivir durante períodos prolongados en superficies y en el medio ambiente.
* Poliovirus: Relativamente estable en el medio ambiente, aunque susceptible a la desinfección.
* adenovirus: Puede sobrevivir por períodos relativamente largos fuera de un anfitrión.
* Hepatitis A virus: Relativamente estable en el medio ambiente.
* Algunos bacteriófagos: Ciertos bacteriófagos exhiben una notable estabilidad.
Es crucial recordar que incluso estos virus relativamente estables pueden inactivarse en las condiciones correctas. Los métodos adecuados de saneamiento y desinfección pueden eliminar efectivamente incluso los virus más resistentes. La estabilidad de cualquier virus dado es altamente dependiente del contexto.