* remitente de correo electrónico: El mayor factor de riesgo. Los correos electrónicos de fuentes no confiables, intentos de phishing o cuentas infectadas tienen mucho más probabilidades de llevar malware.
* Contenido de correo electrónico: Los archivos adjuntos son el vector primario. Archivos ejecutables (.exe, .bat, etc.), scripts (.js, .vbs) y ciertos formatos de documento (especialmente macros en .doc, .xls, etc.) representan un alto riesgo. Incluso los accesorios aparentemente inofensivos pueden verse comprometidos.
* Software antivirus: Tener un software antivirus actualizado en su cliente y/o servidor de correo electrónico reduce significativamente el riesgo. Muchos proveedores de correo electrónico ofrecen escaneo incorporado.
* Medidas de seguridad del proveedor de correo electrónico: Los proveedores de correo electrónico de buena reputación implementan diversas medidas de seguridad, incluidos filtros de spam, escaneo de virus y técnicas de sandboxing para detectar y bloquear correos electrónicos maliciosos antes de llegar a su bandeja de entrada.
En resumen: Si bien IMAP no causa directamente infecciones virales, es un mecanismo de transporte. El riesgo depende de las precauciones tomadas por el remitente, el destinatario (usando antivirus) y las medidas de seguridad del proveedor de correo electrónico. Practicar hábitos de correo electrónico seguros, teniendo cuidado con la apertura de los archivos adjuntos de remitentes desconocidos y el uso de un buen antivirus, minimiza considerablemente el riesgo.