* Productividad: Esta es una gran categoría que abarca un software que ayuda a los usuarios a crear, organizar y administrar información. Los ejemplos incluyen procesadores de palabras (Microsoft Word, Google Docs), hojas de cálculo (Microsoft Excel, Google Sheets), Software de presentación (PowerPoint, Google Slides), Clientes de correo electrónico (Outlook, Thunderbird) y herramientas de administración de proyectos (Asana, Trello).
* Creatividad y diseño: Software diseñado para ayudar a los usuarios a crear contenido visual o de audio. Esto incluye software de edición de imágenes (Photoshop, GIMP), software de edición de video (Adobe Premiere Pro, Davinci Resolve), software de creación de música (GarageBand, Ableton Live) y software de modelado 3D (Blender, AutoCAD).
* Comunicación: Software que facilita la comunicación entre individuos o grupos. Esto incluye clientes de correo electrónico (como se mencionó anteriormente), aplicaciones de mensajería instantánea (WhatsApp, Slack), Software de videoconferencia (Zoom, Google Meet) y plataformas de redes sociales (Facebook, Twitter).
* Entretenimiento: Software diseñado para actividades de ocio. Esto incluye videojuegos, reproductores de música, reproductores de películas y servicios de transmisión (Netflix, Spotify).
* Educación: Software diseñado para ayudar en el aprendizaje y la enseñanza. Esto puede incluir juegos educativos, simulaciones interactivas, enciclopedias y sistemas de gestión de aprendizaje (LMS).
* Aplicaciones especializadas: Estos son programas de software adaptados para tareas muy específicas dentro de una industria o campo en particular. Los ejemplos incluyen software de imágenes médicas, plataformas de comercio financiero y software de simulación de ingeniería.
* Gestión del sistema: Si bien técnicamente se separa del software de aplicación, algunas aplicaciones administran aspectos del sistema informático en sí, como utilidades de limpieza de disco o herramientas de monitoreo del sistema. Estos unen la brecha entre la aplicación y el software del sistema.
En esencia, cualquier software que realice una tarea específica para un usuario, más allá de administrar las funciones centrales del sistema informático en sí, puede considerarse software de aplicación. Las posibilidades son prácticamente ilimitadas dadas las necesidades en constante evolución de usuarios e industrias.