* "¿Cuál es el tamaño de la unidad/partición?" Si la unidad o partición es más pequeña que un tamaño determinado (generalmente alrededor de 4 GB, pero algunas herramientas usan límites más altos), el instalador/formatero podría * automáticamente * elegir FAT32 porque FAT32 no admite archivos más grandes que 4GB y NTFS o EXFAT se desperdiciaría en una pequeña unidad.
* "¿A qué sistema operativo accederá a esta unidad/partición?" Si la respuesta indica sistemas más antiguos como versiones muy antiguas de Windows, DOS o algunos sistemas integrados involucrados, FAT32 podría ser seleccionado porque es ampliamente compatible, mientras que los sistemas de archivos más nuevos pueden no ser compatibles. Esta no es una pregunta directa, sino una selección en un menú desplegable o una serie de casillas de verificación con respecto a la compatibilidad.
* "¿Qué sistema de archivos le gustaría usar?" Esta es la pregunta más directa, y presentar una lista de opciones (NTFS, FAT32, EXFAT) permite al usuario elegir explícitamente FAT32.
En resumen, no hay una sola pregunta. La decisión del software se basa en una combinación del tamaño de la unidad, la compatibilidad del sistema operativo previsto y las opciones explícitas del usuario.