i. Selección de hardware:
Esto implica elegir los componentes físicos que componen el sistema. El proceso considera:
* Requisitos del sistema: La fase de análisis define los requisitos funcionales y no funcionales del sistema. Las opciones de hardware deben satisfacer estas necesidades. Por ejemplo, un sistema en tiempo real que requiere un procesamiento rápido exigiría potentes CPU y memoria rápida, a diferencia de un sistema de almacenamiento de datos simple.
* escalabilidad: La capacidad del sistema para manejar cargas de trabajo crecientes en el futuro. Elegir hardware que se pueda actualizar o ampliar fácilmente es esencial para la viabilidad a largo plazo. Esto puede implicar seleccionar servidores con memoria y almacenamiento expandibles o usar infraestructura basada en la nube.
* Fiabilidad y disponibilidad: Los componentes de hardware deben ser confiables y tener un tiempo de inactividad mínimo. Factores como el tiempo medio entre fallas (MTBF) y redundancia (por ejemplo, RAID para el almacenamiento) son consideraciones cruciales.
* Costo: Los costos de hardware varían significativamente. Encontrar un equilibrio entre el rendimiento, la fiabilidad y el costo es vital. Esto a menudo implica compensaciones.
* Compatibilidad: Todos los componentes de hardware deben ser compatibles entre sí y con el software elegido.
* Seguridad: Se debe considerar la seguridad física del hardware (por ejemplo, salas de servidores, dispositivos de red) y seguridad de datos (por ejemplo, cifrado).
* Componentes de hardware específicos: Esto incluye, pero no se limita a:
* Unidad de procesamiento central (CPU): Potencia de procesamiento, número de núcleos, velocidad del reloj.
* memoria (RAM): Cantidad de RAM necesaria para admitir la aplicación.
* Storage (HDD/SSD): Capacidad, velocidad y tipo de almacenamiento (por ejemplo, unidades de estado sólido para un rendimiento más rápido).
* Dispositivos de red: Enrutadores, conmutadores, tarjetas de interfaz de red (NIC).
* Dispositivos de entrada/salida: Teclados, ratones, impresoras, escáneres, pantallas.
* periféricos: Cualquier otro dispositivo conectado al sistema.
ii. Selección de software:
Esto implica elegir los componentes de software que se ejecutarán en el hardware seleccionado. Las consideraciones incluyen:
* Software de aplicación: Este es el software que realiza las funciones principales del sistema. Esto podría ser software personalizado o paquetes de software estándar. La elección depende de los requisitos del sistema y de la disponibilidad de software adecuado.
* Sistema operativo (OS): El sistema operativo administra el hardware y proporciona una plataforma para el software de aplicación. La elección depende del hardware, los requisitos de software de aplicación y el entorno del sistema.
* Sistema de gestión de bases de datos (DBMS): Si el sistema necesita almacenar y administrar datos, se debe seleccionar un DBMS adecuado en función de factores como el volumen de datos, el tipo de datos y el rendimiento requerido.
* middleware: Software que conecta diferentes componentes de software y facilita la comunicación entre ellos.
* Lenguajes y marcos de programación: Si se está desarrollando un software personalizado, los lenguajes y marcos de programación apropiados deben elegirse en función de factores como la experiencia del desarrollador, la compatibilidad de la plataforma y los requisitos de rendimiento.
* Software de utilidad: Software utilizado para el mantenimiento y gestión del sistema (por ejemplo, software antivirus, software de respaldo).
* Licencias de software: Comprender los modelos de licencia de software (por ejemplo, código abierto, comercial) y sus costos asociados es esencial.
* Compatibilidad del software: Todos los componentes del software deben ser compatibles entre sí y con el hardware seleccionado.
* Software de seguridad: Esto incluye firewalls, sistemas de detección de intrusos y otras herramientas de seguridad para proteger el sistema de las amenazas cibernéticas.
iii. Integración:
El paso final y crítico es garantizar que los componentes de hardware y software seleccionados funcionen juntos sin problemas. Esto implica actividades de prueba, configuración e integración para garantizar que las funciones del sistema sean previstas.
Todo el proceso es iterativo y a menudo implica revisar las opciones basadas en pruebas y comentarios. La planificación y la documentación adecuadas en todo el proceso son cruciales para el desarrollo exitoso del sistema.