1. Usando un PDF:
* Este es el método más efectivo. Una vez que haya agregado su firma (ya sea digitalmente o una imagen escaneada), guarde el documento de Word como PDF. Luego, puede agregar más protección utilizando el software PDF. La mayoría de los lectores y editores de PDF le permiten restringir la edición, la impresión y la copia. Esto evita que cualquier persona altere la firma o el resto del documento sin la contraseña.
2. Restringir la edición (protección limitada):
* La palabra le permite restringir la edición. Esto no bloqueará específicamente la firma, pero evitará cambios en todo el documento (a menos que se conozca la contraseña).
* Vaya a revisión> restringir la edición .
* Establezca las restricciones (por ejemplo, permita solo comentarios o completar formularios).
* Establezca una contraseña para proteger las restricciones.
* Limitación: Esto protege todo el documento, no solo la firma. Un usuario determinado aún puede encontrar formas de omitir las restricciones o manipular el documento fuera de Word.
3. Insertar como una imagen (solo protección visual):
* Inserte su firma como una imagen. Esto ofrece una protección mínima, ya que la imagen se puede eliminar o reemplazar, aunque requeriría más esfuerzo que simplemente editar texto.
4. Uso de una firma digital (para autenticación):
* Algunas versiones de Word (y a menudo a través de la integración con otro software) admiten firmas digitales. No se trata de prevenir la edición, sino de verificar la autenticidad de la firma misma. Una firma digital confirma que la firma es de la persona que afirma haberlo firmado. No impide que alguien copie o elimine la firma.
En resumen: La conversión a PDF y el uso de características de seguridad PDF es el método más confiable para evitar la alteración de una firma en un documento. Las características incorporadas de Word ofrecen una protección menos robusta. Considere el nivel de seguridad que necesita al elegir su enfoque.