Para virus humanos:
* Otras personas: Esta es quizás la fuente más común, especialmente para los virus respiratorios (como la influenza, los rinovirus y los coronavirus) y muchos virus gastrointestinales (como el norovirus y el rotavirus). La transmisión ocurre a través de gotas respiratorias (tos, estornudos), rutas fecales-orales (alimentos o agua contaminados) o contacto directo.
* Animales: Muchos virus pueden saltar de animales a humanos (virus zoonóticos). Los ejemplos incluyen influenza (gripe aviar y porcina), rabia, ébola y VIH. El contacto con animales, sus fluidos corporales o ambientes contaminados (como las granjas o las áreas de vida silvestre) pueden provocar infecciones.
* superficies contaminadas: Los virus pueden sobrevivir por diversas extensiones de tiempo en superficies como pomos de pomos, encimeras y objetos compartidos. Tocar estas superficies y luego tocar la cara (especialmente los ojos, la nariz o la boca) puede conducir a la infección.
* Alimentos y agua contaminados: La transmisión fecal-oral a través de alimentos o agua contaminados es una fuente importante de muchos virus gastrointestinales. Las malas prácticas de saneamiento e higiene contribuyen significativamente a esta ruta de infección.
* vectores: Algunos virus son transmitidos por vectores, como insectos (mosquitos, garrapatas, pulgas). Los ejemplos incluyen el virus Zika, el virus del Nilo Occidental y la fiebre del dengue.
Para los virus vegetales:
* Plantas infectadas: La fuente más común es el contacto con plantas ya infectadas. Esto puede suceder a través de la propagación vegetativa (usando esquejes de plantas infectadas), herramientas contaminadas o contacto con restos de plantas infectados.
* vectores: Los insectos (pulgones, moscas blancas, caudales) son vectores principales para los virus vegetales. Transmiten virus de plantas infectadas a las sanas a medida que se alimentan.
* semillas: Algunos virus vegetales se pueden transmitir a través de semillas infectadas.
* suelo: Ciertos virus vegetales pueden persistir en el suelo durante períodos prolongados e infectar a las plantas a través de las raíces.
Es crucial comprender que la fuente y el modo de transmisión varían significativamente entre diferentes virus. Las buenas prácticas de higiene, la vacunación cuando están disponibles y evitar el contacto con individuos o animales infectados son estrategias clave para reducir el riesgo de infecciones virales.