Por ejemplo:
* ransomware (por ejemplo, WannaCry, NotPetya): Estos virus encriptan los datos del usuario y exigen un rescate para su lanzamiento. WannaCry y NotPetya causaron miles de millones de dólares en daños por las redes enteras de organizaciones en todo el mundo. Su peligro se deriva no solo de la pérdida de datos sino también de la interrupción de los servicios esenciales.
* Malware de limpiaparabrisas (por ejemplo, Shamoon, Industroyer): Estos están diseñados para destruir completamente los datos y los sistemas, a menudo sin demanda de rescate. Son particularmente peligrosos en los sistemas de control industrial (ICS), donde pueden causar daños físicos y potencialmente en peligro vidas.
* virus del sector de arranque (por ejemplo, muchos virus tempranos): Si bien es menos común debido a las mejoras medidas de seguridad, estos virus infectan el registro de arranque maestro, evitando que el sistema operativo se cargue. Esto puede hacer que un sistema sea inutilizable.
* gusanos (por ejemplo, Morris Worm): Estos programas de autorreplicación se extienden rápidamente a través de las redes, consumiendo recursos y los sistemas potencialmente bloqueados. El gusano Morris, uno de los primeros ejemplos, causó una interrupción significativa en Internet temprano.
Es importante tener en cuenta que el paisaje del malware está en constante evolución. Los virus nuevos y más sofisticados se crean regularmente, lo que hace que sea imposible decir definitivamente cuál es el "más peligroso". La mejor defensa contra todas estas amenazas es una combinación de prácticas de seguridad sólidas, que incluyen software antivirus actualizado regularmente, contraseñas seguras y actualizaciones de software.