* Aumento de rendimiento: Este es el principal conductor para la mayoría de los overclockers. Al aumentar la velocidad del reloj (y a veces el voltaje), puede realizar más trabajo por segundo, lo que resulta en tiempos de carga de aplicaciones más rápidos, experiencias de juego más suaves y un rendimiento mejorado en tareas computacionalmente intensivas como la edición de video y la representación 3D. Esto se traduce en una mejora notable en la capacidad de respuesta y la velocidad general del sistema.
Otros profesionales menos significativos incluyen:
* Valor potencialmente mejor: Si tiene un presupuesto y su CPU es capaz de un modesto overclock, puede exprimir un rendimiento adicional sin tener que comprar una CPU más costosa. Sin embargo, esto depende del espacio para el overclocking de la CPU.
* Experiencia de aprendizaje: El proceso de overclocking implica comprender los componentes de su sistema y cómo interactúan. Esta puede ser una experiencia de aprendizaje valiosa para aquellos interesados en el hardware informático y su funcionamiento interno.
Es vital recordar que estos son * potenciales * profesionales. Los resultados alcanzables varían mucho según la CPU, la placa base, la solución de enfriamiento y otros componentes de hardware. Los intentos de overclocking sin éxito pueden conducir a inestabilidad, daños o garantías de anulación.