1. Compresión con pérdida: Este tipo de compresión elimina algunos datos del archivo para reducir su tamaño. Los datos eliminados son generalmente imperceptibles para el ojo o el oído humano, pero significa que el archivo reconstruido no es idéntico al original. Esto es aceptable para aplicaciones como imágenes (JPEG), audio (MP3) y video (MPEG), donde alguna pérdida de calidad es tolerable para una reducción de tamaño significativa.
2. Compresión sin pérdidas: Este tipo de compresión reduce el tamaño del archivo sin descartar ningún dato. El archivo original se puede reconstruir perfectamente a partir de la versión comprimida. Se usa cuando preservar la integridad de los datos original es crítica, como en los documentos de archivo (ZIP, RAR), algunos formatos de imagen (PNG, GIF) y ciertos formatos de audio (WAV, FLAC).