* Protección: Salvaguardar el producto de daños durante el envío, el manejo y el almacenamiento.
* Presentación: Atrayendo la atención y mostrando las características y beneficios del producto para fomentar la compra. Esto a menudo implica gráficos atractivos, etiquetado claro e información sobre el producto.
* Información: Proporcionar a los consumidores detalles esenciales como nombre del producto, ingredientes, instrucciones de uso y cualquier advertencia o certificación relevantes.
* Conveniencia: Hacer que el producto sea fácil de manejar, abrir y usar. Esto incluye cosas como características fáciles, cierres resellables y tamaños convenientes.
* Edificio de marca: Reforzar la identidad y los valores de la marca a través de un diseño y mensajes consistentes.
* Marketing: Comunicar las propuestas de venta únicas del producto y diferenciarla de los competidores.
El embalaje minorista puede variar desde bolsas y cajas simples hasta exhibiciones elaboradas y contenedores de diseño personalizado. El tipo de embalaje utilizado dependerá de factores como la naturaleza del producto, su fragilidad, el mercado objetivo y los requisitos del minorista.