a) Tipo de procesador:
* Instrucciones Conjunto de arquitectura (ISA) Mishón: El software compilado para un ISA (por ejemplo, x86-64, ARM, RISC-V) no se ejecutará en un sistema con un ISA diferente. Un programa creado para un Intel Core i7 (x86-64) no funcionará en un chip de Apple M1 (ARM).
* Características del procesador: El software puede depender de características específicas del procesador (por ejemplo, instrucciones AVX para cálculos acelerados, extensiones específicas para la virtualización). Si estas características no están presentes en el procesador de destino, el software no se ejecutará o funcionará mal.
b) Software/controladores preinstalados:
* Conflictos del conductor: Los controladores preinstalados para dispositivos (impresoras, tarjetas gráficas, etc.) podrían entrar en conflicto con los controladores más nuevos que necesitan el nuevo software, lo que lleva a la inestabilidad del sistema o los periféricos que funcionan mal.
* Conflictos de aplicación: Las aplicaciones preinstaladas pueden usar los mismos recursos (puertos, bibliotecas) que el nuevo software. Esto puede provocar bloqueos, errores o comportamiento impredecible.
* Conflictos de dependencia: El software preinstalado puede depender de versiones específicas de bibliotecas de sistemas u otros componentes de software. Si el nuevo software actualiza o reemplaza esos componentes de manera incompatible, el software preinstalado podría romperse.
c) Versión del sistema operativo:
* Requisitos mínimos del sistema: El software a menudo especifica versiones mínimas del sistema operativo. El software anterior podría no funcionar en versiones más nuevas del sistema operativo debido a cambios en la API del sistema, las bibliotecas o las características de seguridad.
* API cambia: Los sistemas operativos evolucionan y sus interfaces de programación de aplicaciones (API) cambian. El software creado para una API anterior podría no ser compatible con versiones más nuevas del sistema operativo a menos que se actualice específicamente.
* Restricciones de seguridad: Las versiones más nuevas del sistema operativo a menudo tienen políticas de seguridad más estrictas, que bloquea el software que no cumple con estos estándares (por ejemplo, evitando el acceso a recursos específicos del sistema o capacidades de red).
d) Asociaciones de archivos:
* manejadores de archivos conflictivos: Múltiples aplicaciones pueden reclamar la propiedad del mismo tipo de archivo (por ejemplo, archivos .txt). Esto puede conducir a la confusión sobre qué aplicación debe abrir un archivo específico cuando haga doble clic, o se bloquea si las aplicaciones entran en conflicto sobre el manejo del archivo.
* Asociaciones de archivos incorrectos: Si las asociaciones de archivos están dañadas o mal configuradas, el sistema operativo podría no abrir tipos de archivos específicos correctamente, incluso si el software apropiado está instalado.
e) controlador (dr):
* Incompatibilidad de hardware: Los conductores son cruciales para habilitar la comunicación entre el software y los dispositivos de hardware. Un controlador incorrecto o obsoleto puede hacer que el dispositivo funcione mal o evitar que el software lo use.
* Problemas de firma del controlador: Los sistemas operativos modernos a menudo requieren que los conductores tengan firmas digitales para verificar la autenticidad y evitar la instalación de controladores maliciosos. Los controladores sin firmar pueden ser bloqueados, lo que hace que el hardware asociado sea inutilizable.
* Conflictos de versión del conductor: Similar a los conflictos de aplicaciones, las versiones incompatibles del controlador pueden conducir a la inestabilidad del sistema o la falla del hardware. Por ejemplo, tener controladores de gráficos conflictivos puede causar problemas de visualización.
Estos son solo algunos ejemplos. La naturaleza exacta de la incompatibilidad depende de numerosos factores, incluido el diseño del software, la configuración del sistema y la interacción entre diferentes componentes de software. La consideración cuidadosa de los requisitos y la compatibilidad del sistema es crucial antes de instalar cualquier software para evitar problemas.