* Para cálculos simples: Usaría una calculadora y potencialmente bolígrafo y papel para realizar cálculos. Esto sería extremadamente lento y propenso a errores para cualquier cosa más allá de tareas muy simples.
* para organizar datos: Probablemente usaría:
* cuadernos o tarjetas de índice: Para conjuntos de datos más pequeños, podría escribir información de manera estructurada, tal vez usando tablas dibujadas a mano. Esto es engorroso y difícil de buscar o clasificar.
* Software de base de datos (sin funciones de hoja de cálculo): Algunos programas de bases de datos ofrecen una organización básica de datos, pero carecen de la facilidad y flexibilidad de las hojas de cálculo para el análisis. Aprender a usar una base de datos para tareas simples sería una inversión de tiempo significativa.
* Software dedicado: Dependiendo del tipo de datos, podría usar un software especializado diseñado para fines específicos (por ejemplo, software de contabilidad, sistemas de gestión de inventario).
* Para el análisis de datos: Sin las funciones incorporadas de una hoja de cálculo y las capacidades de gráficos, el análisis sería severamente limitado. Probablemente recurriría a:
* Cálculos manuales: Nuevamente, mucho tiempo y propenso a errores.
* Software estadístico: Para un análisis más complejo, necesitaría aprender y usar paquetes de software estadístico, que tienen una curva de aprendizaje más pronunciada que las hojas de cálculo. Esto agregaría un tiempo y complejidad significativos al proceso.
* Software de gráficos: La creación de cuadros y gráficos requeriría un software dedicado y sería un paso separado después de la recopilación y el cálculo de los datos.
En resumen, la ausencia de hojas de cálculo limitaría severamente mi capacidad para trabajar con datos de manera eficiente y efectiva. Mi flujo de trabajo se volvería significativamente más lento, más propenso a errores y menos potente. Necesitaría el uso de múltiples herramientas y técnicas, cada una con su propia curva de aprendizaje.