* Software antivirus obsoleto: Las definiciones antivirus necesitan actualizaciones regulares para identificar las últimas amenazas. Si su software no está actualizado, puede no reconocer una nueva variante de Trojan.
* Vulnerabilidades de software: Un troyano podría explotar una vulnerabilidad en otro programa en su computadora, incluso si el antivirus está actualizado. Es por eso que mantener todo su software parcheado es crucial.
* Troyanos sofisticados: Algunos troyanos están diseñados para evadir la detección por el software antivirus. Podrían usar técnicas como el polimorfismo (cambiar su código) o capacidades de RootKit (escondiéndose del sistema operativo).
* Error de usuario: Hacer clic en enlaces maliciosos en correos electrónicos o descargar archivos de fuentes no confiables puede evitar incluso el mejor antivirus. Esta es la causa más común de infección.
* Software antivirus comprometido: Si bien es raro, es posible que un actor malicioso haya comprometido el software antivirus en sí. Esto es mucho menos probable que otros escenarios.
* Limitaciones antivirus: Ningún antivirus es perfecto. Siempre existe la posibilidad de que un troyano nuevo o altamente sofisticado pueda pasar.
En resumen: Tener antivirus reduce en gran medida su riesgo de infección, pero no lo elimina por completo. Un enfoque de múltiples capas, que incluye actualizaciones regulares de software, un comportamiento cauteloso en línea y una política de contraseña segura, es mucho más efectivo que depender únicamente del antivirus. Si sospecha que tiene un troyano, desconecte inmediatamente de Internet y ejecute un escaneo de sistema completo con su software antivirus. Si la infección persiste, considere buscar ayuda de un profesional de ciberseguridad.