* Herramientas de monitoreo de procesos: Estas herramientas (como Process Explorer o Task Manager) pueden mostrar procesos en ejecución. Algunos componentes antivirus tienen nombres o comportamientos distintivos que un usuario experimentado puede marcar como sospecha, pero esto no es confiable ya que los proveedores AV a menudo ofuscan sus nombres de procesos.
* Claves de registro y análisis del sistema de archivos: El software antivirus generalmente instala archivos y claves de registro. Verificar manualmente estas ubicaciones podría revelar la presencia de software AV, pero esto es altamente técnico, lento y propenso a falsos positivos.
* Herramientas de monitoreo de red: Algunas soluciones antivirus se comunican con sus servidores de actualización o servicios en la nube. Las herramientas de monitoreo de red podrían detectar este tráfico, pero nuevamente, esto no es concluyente ya que muchos programas legítimos se comunican a través de la red.
* Rootkit Detectores: Estas herramientas están diseñadas para detectar procesos y archivos ocultos, incluidos aquellos que podrían intentar enmascarar la presencia de software antivirus. Sin embargo, un programa AV sofisticado probablemente también evadiría estos.
* Análisis de comportamiento: Las técnicas avanzadas de análisis de malware pueden observar el comportamiento inusual del sistema consistente con las acciones del software antivirus, pero este es un proceso complejo que requiere experiencia especializada.
* Herramientas anti-anti-Antivirus dedicadas (raras y poco confiables): Estas herramientas intentan detectar la presencia de software antivirus, pero su efectividad es cuestionable, a menudo dependiendo de firmas o heurísticas obsoletas fácilmente pasadas por las soluciones antivirus modernas. Los actores maliciosos a menudo utilizan estos para evadir la detección.
Es importante tener en cuenta que el software antivirus evoluciona constantemente para evitar la detección, y los métodos utilizados para detectarlo están evolucionando constantemente para mantenerse al día. Un atacante sofisticado probablemente podría enmascarar su presencia de muchos de estos métodos de detección. La carrera armamentista inherente entre el software antivirus y el software malicioso hace que la detección completa y confiable sea extremadamente difícil.