* Mayor riesgo de compromiso de cuenta: Si una de sus cuentas se ve comprometida (debido a una violación de datos, un ataque de phishing o una seguridad débil en ese sitio específico), todas sus cuentas son inmediatamente vulnerables. Un atacante solo necesita romper u obtener una contraseña para acceder a todo.
* ataques de fuerza bruta: Los piratas informáticos a menudo usan listas de nombres de usuario y contraseñas conocidas (obtenidas de infracciones de datos anteriores) para intentar iniciar sesión en otros servicios. Si reutiliza su contraseña, les facilita mucho obtener acceso a sus cuentas.
* relleno de credencial: Este es un tipo específico de ataque de fuerza bruta donde los atacantes usan combinaciones robadas de nombre de usuario/contraseña de un servicio para tratar de acceder a cuentas en otros servicios. Se basa en gran medida en la reutilización de contraseña.
* ataques dirigidos: Si un atacante se dirige específicamente a usted (tal vez porque tiene información valiosa o activos), podría centrar sus esfuerzos en descifrar su contraseña única. Una vez que tienen éxito, tienen acceso a todo.
* Falta de protección contra amenazas internas: Si alguien gana acceso a la base de datos de contraseña de una empresa (por ejemplo, un empleado descontento), podría utilizar su contraseña reutilizada para acceder a sus cuentas personales.
* Dificultad para revocar el acceso: Si sospecha que una cuenta se ha visto comprometida, cambiar su contraseña requiere cambiarla en * cada * servicio, lo cual lleva mucho tiempo y fácil de olvidar algo.
* Punto de falla único: Toda su seguridad en línea depende de la fortaleza de su contraseña única y la seguridad del sitio web o servicio más débil donde lo usa. Esto crea un solo punto de falla masivo.
* Control limitado de daños: Si una cuenta está comprometida, se vuelve más difícil contener el daño. Los atacantes pueden usar sus cuentas comprometidas para acceder a otras cuentas, difundir malware o robar datos confidenciales.
En resumen, la reutilización de contraseñas es un riesgo de seguridad importante que aumenta significativamente su vulnerabilidad a varios tipos de ataques cibernéticos. La mejor práctica es utilizar contraseñas fuertes y únicas para cada cuenta, y utilizar un administrador de contraseñas para ayudar a generar, almacenarlas y administrarlas de forma segura.