* Dirección IP de destino y puerto: El firewall verifica hacia dónde va la comunicación (dirección IP) y qué aplicación o servicio se está utilizando (número de puerto). Por ejemplo, podría bloquear las conexiones salientes a direcciones IP maliciosas conocidas o puertos comúnmente utilizados para actividades no autorizadas.
* Protocolo: El firewall diferencia entre varios protocolos de red como TCP, UDP, ICMP, etc. Las reglas se pueden aplicar específicamente a ciertos protocolos. Por ejemplo, podría permitir el tráfico HTTP saliente (navegación web) pero bloquea el tráfico ICMP saliente (solicitudes de ping) para evitar escaneos de red no autorizados.
* Aplicación: Algunos firewalls pueden identificar la aplicación que genera el tráfico saliente (por ejemplo, Chrome, Firefox, Skype). Esto permite un control más granular, lo que le permite bloquear o permitir que las aplicaciones específicas accedan a Internet.
* Contenido: Los firewalls avanzados pueden inspeccionar el contenido del tráfico saliente, buscando palabras clave, patrones o tipos de archivos que indiquen actividad maliciosa. Esta inspección profunda de paquetes (DPI) es computacionalmente intensiva, pero puede proporcionar un mayor nivel de seguridad.
* Usuario/grupo: Los firewalls de la red pueden hacer cumplir las políticas basadas en el usuario o grupo que inicia la conexión saliente. Por ejemplo, ciertos usuarios podrían tener acceso restringido a Internet en comparación con otros.
* Hora del día: Se pueden programar reglas para permitir o bloquear el tráfico saliente durante horas específicas. Esto puede ser útil para manejar el uso de ancho de banda o restringir el acceso durante las horas de no comerciales.
Cuando el tráfico saliente coincide con una regla que explícitamente * lo permite *, el firewall deja pasar el tráfico. Si coincide con una regla que * lo bloquea, la conexión se elimina. Si ninguna regla coincide específicamente, el firewall generalmente consulta una política predeterminada, ya sea "permitir" o "negar", dependiendo de su configuración. Una política de "negar" predeterminada es generalmente más segura.
En resumen, un firewall actúa como guardián, escudriñando todas las comunicaciones salientes de acuerdo con sus reglas predefinidas para garantizar que solo el tráfico legítimo abandone la red. Esto ayuda a evitar que el malware llame al hogar, las fugas de datos no autorizadas y otras violaciones de seguridad.