He aquí por qué:
* Ingeniería social: Los atacantes a menudo explotan la psicología humana para engañar a los usuarios para que renuncien a información confidencial o otorgan acceso a los sistemas. Esto puede incluir correos electrónicos de phishing, sitios web falsos o incluso llamadas telefónicas que fingen ser de fuentes legítimas.
* Falta de conciencia: Muchos usuarios no están al tanto de las prácticas de seguridad básicas como la creación de contraseñas de Strong, reconocen los intentos de phishing o mantienen el software actualizado. Esto los hace objetivos fáciles para los atacantes.
* descuido: Los usuarios pueden hacer clic en enlaces sospechosos, descargar archivos de fuentes no confiables o compartir información personal sin pensar en las consecuencias.
* amenazas internas: Los empleados pueden comprometer accidental o intencionalmente la seguridad a través de acciones como abrir archivos adjuntos maliciosos, sistemas de configuración errónea o robar datos.
* Configuración errónea: Incluso con fuertes medidas de seguridad en su lugar, las configuraciones erróneas pueden crear vulnerabilidades que los atacantes pueden explotar. Esto podría implicar dejar habilitado la configuración predeterminada, exponer datos confidenciales o usar cifrado débil.
Si bien la tecnología evoluciona constantemente para mejorar la seguridad, es importante recordar que los humanos son los mejores tomadores de decisiones y, por lo tanto, el punto más vulnerable del sistema. Al promover la conciencia de seguridad, la capacitación y las mejores prácticas, las organizaciones pueden fortalecer significativamente su postura de seguridad general.