Daño financiero:
* Robo de identidad: Los piratas informáticos pueden robar información personal como detalles bancarios, números de tarjetas de crédito, números de seguro social y contraseñas para abrir cuentas fraudulentas, realizar compras no autorizadas o presentar declaraciones de impuestos falsas.
* Compromiso de la cuenta financiera: El acceso directo a la banca en línea, el corretaje y las cuentas de inversión permite a los piratas informáticos drenar fondos o transferirlos a otro lugar.
* Robo de criptomonedas: Si la computadora secuestrada contiene billeteras de criptomonedas, los fondos pueden ser robados.
* ataques de ransomware: Los piratas informáticos encriptan los datos de la víctima y exigen un rescate para su lanzamiento. Esto puede costar miles de dólares y causar una interrupción comercial significativa.
* Extorsión: Los piratas informáticos pueden amenazar con liberar datos confidenciales (como fotos personales o documentos comerciales) a menos que se pague un rescate.
Pérdida y daño de datos:
* Robo de datos: Los archivos personales, los documentos comerciales, la propiedad intelectual y otra información confidencial se pueden robar y vender en la web oscura.
* Corrupción o eliminación de datos: El software malicioso puede corromper o eliminar archivos, lo que los hace inutilizables.
* Falla del sistema: Una computadora secuestrada puede volverse inutilizable debido a malware o actividad maliciosa.
Daño reputacional y legal:
* Daño de reputación: Si los sistemas informáticos de una empresa están comprometidos, su reputación puede sufrir, lo que lleva a clientes perdidos y confianza.
* Pasivos legales: Las empresas pueden enfrentar acciones legales por no proteger los datos confidenciales del cliente.
* Investigación de aplicación de la ley: Una computadora secuestrada puede conducir a la participación policial y posibles ramificaciones legales para la víctima si se realizan actividades ilegales utilizando su máquina.
Otro daño:
* Difundir malware: La computadora secuestrada se puede usar para lanzar ataques a otras computadoras, lo que hace que la víctima sea cómplice de delitos cibernéticos.
* Distribución de correos electrónicos de spam o phishing: La computadora se puede usar para enviar correos electrónicos no solicitados o enlaces maliciosos a otros usuarios.
* participando en botnets: La computadora se puede convertir en una computadora "zombie", parte de una red de máquinas comprometidas utilizadas para ataques DDoS u otras actividades maliciosas.
* Vigilancia: Los piratas informáticos pueden usar la computadora secuestrada para monitorear la actividad en línea de la víctima, incluidas las pulsaciones de teclas, el historial de navegación web y las imágenes de la cámara web.
La gravedad de las consecuencias depende del nivel de medidas de seguridad en su lugar, el tipo de malware utilizado y la habilidad del hacker. Es crucial implementar prácticas de seguridad sólidas, incluidas contraseñas seguras, software actualizado y software antivirus acreditado, para minimizar el riesgo de secuestro de computadora.