* Ganancia financiera: Esta es la razón más común. El malware se puede utilizar para robar información financiera (datos de la tarjeta de crédito, números de cuenta bancaria), extorsionar el dinero (ransomware) o para cometer fraude. Las botnets creadas a través de malware se pueden alquilar a spammers o usarse para fraude en clic, generando ingresos para los creadores.
* Espionaje e robo de información: Los actores patrocinados por el estado y los espías corporativos usan malware para robar propiedad intelectual, secretos comerciales, datos gubernamentales o información personal para una ventaja competitiva o ganancia política. Esto puede ser increíblemente lucrativo, especialmente en industrias con altas apuestas.
* Activismo político (hacktivismo): Algunos grupos usan malware para interrumpir los servicios, desfigurar sitios web o filtrar información como una forma de protesta o para promover una agenda política. Si bien las motivaciones pueden ser impulsadas ideológicamente, los métodos a menudo son criminales.
* Gratificación personal/desafío: Si bien es menos común que las otras motivaciones, algunas personas crean malware para la emoción de la misma, para probar sus habilidades o probar un punto. Esto se ve con mayor frecuencia entre los creadores de malware menos sofisticados.
* venganza/malicia: Un empleado descontento, por ejemplo, podría crear malware para dañar los sistemas de su antiguo empleador o liberar datos confidenciales. Esto a menudo es dirigido y personalizado.
Es crucial comprender que crear y distribuir malware es ilegal y conlleva graves consecuencias. Si bien algunos pueden verlo como un "desafío" o una forma de "probarse", el daño potencial infligido a las personas y las organizaciones supera con creces cualquier satisfacción personal derivada de tales actividades. La narrativa de "perdedores con demasiado tiempo libre" es una simplificación dañina de una empresa criminal compleja.