Tasa de actualización:
* Monitores de juegos: Ofrezca tasas de actualización más altas (típicamente 144Hz o más), proporcionando un juego más suave y un desenfoque de movimiento reducido.
* Monitores ordinarios: Por lo general, tienen tasas de actualización más bajas (60Hz), lo que lleva a un retraso y un movimiento de movimiento más notables en los juegos de ritmo rápido.
Tiempo de respuesta:
* Monitores de juegos: Tener tiempos de respuesta más bajos (típicamente 1 ms o menos), minimizando el fantasma y el final de la imagen.
* Monitores ordinarios: Generalmente tienen tiempos de respuesta más lentos (5 ms o más), lo que resulta en fantasmas y desenfoque más notables.
Tipo de panel:
* Monitores de juegos: A menudo, use paneles más rápidos y receptivos como TN, IPS o VA, cada uno con sus pros y contras.
* Monitores ordinarios: Puede usar varios tipos de panel, pero puede priorizar el costo sobre la velocidad, lo que lleva a tiempos de respuesta más lentos y tasas de actualización más bajas.
Resolución:
* Monitores de juegos: Por lo general, ofrecen resoluciones más altas como 1080p, 1440p o incluso 4K para experiencias inmersivas.
* Monitores ordinarios: Puede tener resoluciones variables, pero a menudo centrarse en la asequibilidad, lo que lleva a resoluciones más bajas como 1080p.
Características:
* Monitores de juegos: A menudo, incluyen características adaptadas para jugadores, como tecnologías de sincronización adaptativa (Freesync o G-Sync), retraso de baja entrada, soporte HDR y modos de juego dedicados.
* Monitores ordinarios: Podría carecer de estas características específicas de los juegos, centrándose en casos de uso general como el trabajo de oficina o el consumo multimedia.
Precio:
* Monitores de juegos: Tienden a ser más caros debido a sus características avanzadas y un mayor rendimiento.
* Monitores ordinarios: Generalmente más asequible que los monitores de juegos, ya que priorizan la rentabilidad.
En esencia, los monitores de juegos priorizan la velocidad, la capacidad de respuesta y la claridad de la imagen para una ventaja competitiva en los juegos, mientras que los monitores ordinarios se centran en la asequibilidad y la idoneidad para el uso diario.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas son tendencias generales, y hay excepciones. Algunos monitores ordinarios pueden ofrecer tarifas de actualización y tiempos de respuesta decentes, y algunos monitores de juego pueden ser más asequibles que otros. En última instancia, el mejor monitor dependerá de sus necesidades y presupuesto específicos.