* Complejidad del software: Un sistema altamente complejo probablemente requerirá más PDS.
* Metodología de desarrollo: Las metodologías ágiles a menudo incorporan retroalimentación y ajustes más iterativos, lo que potencialmente reduce la necesidad de soluciones extensas posteriores al despliegue. Las metodologías de cascada, en contraste, pueden conducir a problemas más significativos posteriores a la implementación.
* Calidad del desarrollo inicial: Un sistema bien probado y completamente desarrollado requerirá menos PDS.
* Estabilidad del entorno: Un entorno de implementación estable y bien entendido reducirá la necesidad de adaptación.
* Expectativas y comentarios de los usuarios: La retroalimentación del usuario influye directamente en la necesidad de nuevas funciones y ajustes.
Algunos estudios sugieren que los PDS pueden representar en cualquier lugar del 30% al 70% O incluso más del costo total del ciclo de vida del software, pero este es un rango muy amplio. Es mucho más preciso decir que PDSS es una porción significativa y a menudo subestimada del costo y esfuerzo total, en lugar de asignar un porcentaje específico.