Las características y funciones clave a menudo incluyen:
* Transmisión y recepción de datos: Manejo del movimiento de datos entre la computadora central y las ubicaciones remotas, asegurando la precisión y la eficiencia. Esto podría involucrar varios protocolos (como TCP/IP) y métodos (por ejemplo, conmutación de paquetes).
* Detección y corrección de errores: Implementación de mecanismos para identificar y corregir errores que pueden ocurrir durante la transmisión de datos a largas distancias o redes poco confiables.
* Control de línea: Administrar las líneas de comunicación (física o virtual) que conectan los dispositivos, optimizando su uso y manejo de potenciales fallas de línea.
* Entrada de trabajo remoto (RJE): Permitiendo a los usuarios enviar trabajos (tareas) a una computadora central desde una ubicación remota y recibir los resultados de regreso.
* Emulación terminal: Permitiendo que los terminales remotos imiten el comportamiento de tipos específicos de terminales conectados directamente al sistema central.
* Seguridad: Implementación de medidas para proteger los datos transmitidos del acceso o modificación no autorizadas. Esto podría incluir cifrado y autenticación.
* Gestión de redes: Proporcionar herramientas para monitorear el rendimiento y el estado de la red y los dispositivos conectados.
El software de teleprocesos se discute con menos frecuencia hoy porque su funcionalidad se incorpora en gran medida a conceptos más modernos como la arquitectura de cliente cliente, la computación distribuida y los sistemas operativos de red. Sin embargo, los principios subyacentes siguen siendo relevantes para comprender cómo funcionan los sistemas distribuidos. Muchas de las tareas anteriormente manejadas por un software dedicado de teleprocesamiento ahora se integran en una infraestructura de red más amplia y un software de aplicaciones.