1. ahorros de costos: El software estándar generalmente tiene un costo inicial más bajo que el desarrollo de software personalizado. Usted compra una licencia en lugar de pagar el desarrollo, las pruebas y el mantenimiento. Esta puede ser una ventaja significativa, especialmente para empresas más pequeñas con presupuestos limitados.
2. Implementación más rápida: El software estándar a menudo está listo para usar o requiere una personalización mínima. Esto permite una línea de tiempo de implementación más rápida en comparación con el desarrollo interno, que puede llevar meses o incluso años. La implementación rápida significa que puede comenzar a usar el software y beneficiarse de sus características antes.
3. Costos de mantenimiento más bajos: Los proveedores de software estándar manejan actualizaciones, correcciones de errores y parches de seguridad. Esto lo alivia la carga y el costo del mantenimiento continuo, lo que puede ser un gasto significativo para los programas desarrollados internos.
4. Funcionalidad probada: El software estándar ha sido probado y refinado por una gran base de usuarios. Viene con una funcionalidad probada y un historial de éxito, reduciendo el riesgo de encontrar grandes errores o problemas de rendimiento. Esto contrasta con el desarrollo interno, donde siempre existe el riesgo de problemas imprevistos.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que estas ventajas no son absolutas. En algunas situaciones, el software personalizado puede ser una mejor opción, especialmente si sus necesidades son altamente especializadas o requieren una funcionalidad única.