1. Entrada: Esta es la etapa inicial donde la información sensorial se recibe del medio ambiente a través de los sentidos (vista, audición, tacto, sabor, olor). Estos datos sin procesar deben ser recogidos y detectados.
2. Codificación: La información sensorial recibida se traduce en un formato que el cerebro puede entender y procesar. Esto a menudo implica transformar datos sensoriales en códigos neuronales.
3. Almacenamiento: La información codificada se almacena en la memoria. Esto puede ser a corto plazo (memoria de trabajo), mantener la información temporalmente o la memoria a largo plazo, donde la información se almacena durante períodos prolongados.
4. Recuperación: Cuando es necesario, se accede a la información almacenada y se vuelve a la conciencia consciente. Este es el proceso de recordar información.
5. Salida: Finalmente, la información procesada se utiliza para producir una respuesta, como un comportamiento, decisión o acción. Así es como el cerebro interactúa y responde al entorno en función de la información procesada.
Es importante tener en cuenta que estas etapas están interconectadas y a menudo se superponen. El procesamiento no es una secuencia estrictamente lineal.