1. Identificación y evaluación:
* Inspección visual: Examine cuidadosamente cada herramienta para detectar daños, desgaste, piezas faltantes o cualquier otra indicación de no funcionalidad.
* Prueba de funcionalidad (donde corresponda): Si es posible y seguro, pruebe la herramienta para confirmar que no funciona. Esto podría implicar enchufar una herramienta eléctrica, intentando usar una herramienta manual, etc. Documente los resultados de la prueba.
* Documentación: Registre el número de identificación de la herramienta (si corresponde), escriba y el motivo de su estado no funcional. Una hoja de cálculo o una base de datos simple es útil para el seguimiento.
2. Segregación:
* Área designada: Cree un área separada, claramente marcada para almacenar herramientas no funcionales. Esto podría ser un estante designado, contenedor o incluso una habitación separada. El área debe estar segura y evitar el uso accidental.
* Categorización (opcional): Considere clasificar las herramientas no funcionales por tipo (por ejemplo, herramientas manuales, herramientas eléctricas, instrumentos de medición) para una gestión más fácil.
* Almacenamiento seguro: Almacene las herramientas adecuadamente para evitar más daños o accidentes. Las herramientas nítidas deben estar envueltas o protegidas de otra manera. Las herramientas eléctricas deben estar desconectadas.
3. Etiquetado:
* etiquetado claro y consistente: Use etiquetas claras e inequívocas para indicar que la herramienta no es funcional. Considere usar etiquetas estandarizadas con un formato consistente.
* Contenido de etiqueta: La etiqueta debe incluir:
* "no funcional" o una indicación clara similar.
* Fecha de la herramienta se consideró no funcional.
* Razón de no funcionalidad (descripción breve).
* Número de identificación de la herramienta (si corresponde).
* Material de etiqueta: Use etiquetas duraderas que puedan resistir el entorno de almacenamiento (por ejemplo, etiquetas impermeables para el almacenamiento al aire libre).
4. Disposición:
* Reparar vs. Descartar: Decida si la herramienta es reparable o debe descartarse. Considere el costo de la reparación versus el reemplazo.
* Proceso de reparación: Si es reparable, inicie un proceso de reparación, realizando un seguimiento del estado de la herramienta durante todo el ciclo de reparación.
* Eliminación: Si se descarta, siga los procedimientos de eliminación apropiados de acuerdo con las regulaciones locales y las pautas ambientales. Esto podría implicar reciclaje, eliminación de desechos especiales o donación a una organización adecuada.
Ejemplo de etiquetado:
Una etiqueta puede verse así:
no funcional
Fecha:2024-10-27
Razón:mango roto
ID de herramienta:HT-123
Recuerde adaptar estos procedimientos a su lugar de trabajo específico y sus regulaciones. Consulte las pautas de seguridad y las políticas de su empresa con respecto a la gestión y eliminación de herramientas.