1. Precisión objetiva: Esto implica verificar la corrección de la información presentada. ¿Son verificables las fechas, nombres, figuras, estadísticas y otros hechos a través de fuentes confiables? ¿Hay alguna inconsistencia o contradicciones dentro del documento en sí?
2. gramática y ortografía: Los errores en la gramática y la ortografía socavan la credibilidad y la claridad. Las herramientas de revisión pueden ayudar, pero la revisión manual cuidadosa es esencial para captar errores matizados.
3. Consistencia y estilo: ¿El documento es consistente en su formato (encabezados, fuentes, espacios), terminología y tono? ¿Se adhiere a una guía de estilo especificada (por ejemplo, APA, MLA)? Las inconsistencias pueden distraer al lector e impactar la profesionalidad general del documento.