* Ansible: Esta es una poderosa herramienta de automatización que le permite definir su estado de configuración deseado de manera declarativa (archivos YAML). Ansible se asegura de que los sistemas de destino estén configurados en consecuencia. Es excelente para administrar configuraciones en múltiples servidores y distribuciones. No se estandariza directamente los formatos de archivo *, pero estandariza el * resultado * de las configuraciones.
* títere: Similar a Ansible, Puppet es una herramienta de gestión de configuración que utiliza un enfoque declarativo (manifiesto de Puppet) para administrar las configuraciones del sistema. Al igual que Ansible, no estandariza directamente los formatos de archivo, sino el estado final del sistema.
* Chef: Otra herramienta de gestión de configuración, Chef utiliza un DSL basado en Ruby (lenguaje específico de dominio) para describir los estados deseados. También es poderoso para administrar infraestructuras complejas, pero no estandarizan inherentemente los formatos de archivo.
* cfengine: Un sistema de gestión de configuración madura que utiliza un enfoque más imperativo.
* etckeeper: Este paquete rastrea específicamente los cambios en el directorio `/etc`. No estandariza los formatos, pero proporciona control de versiones para sus archivos de configuración, lo que ayuda a administrar los cambios y volver a versiones anteriores si es necesario. Es útil para auditar y revertir, apoyando los esfuerzos de estandarización pero no conducirlos directamente.
que elegir depende de sus necesidades:
* Para configuraciones simples y un pequeño número de máquinas: Usar scripts de shell simples o incluso plantillas consistentes podría ser suficiente.
* Para configuraciones más complejas o muchas máquinas: Ansible, Puppet o Chef son mejores opciones. Ofrecen características más avanzadas como gestión de dependencia, control de acceso basado en roles e informes.
Ninguno de estos paquetes hace cumplir directamente un formato de archivo específico. En cambio, ayudan a administrar y garantizar la consistencia en el * contenido * y * efecto * de esos archivos de configuración, independientemente del formato de archivo subyacente (por ejemplo, INI, YAML, JSON, etc.). Elegirá un formato de archivo consistente como parte de su estrategia general de gestión de configuración, y luego esas herramientas pueden ayudar a implementar y mantener esa consistencia.