El Departamento de Justicia de los Estados Unidos y varios estados presentaron una demanda antimonopolio contra Microsoft, alegando que la compañía participó en prácticas anticompetitivas para mantener su dominio en el mercado del sistema operativo y sofocar la competencia de Netscape Navigator, un rival significativo en el explorador de Internet de Microsoft. Microsoft fue acusado de aprovechar su monopolio del sistema operativo Windows por:
* Bundling Internet Explorer con Windows: Esto dificultó a los usuarios elegir y usar navegadores alternativos, ya que IE fue preinstalado e integrado profundamente en el sistema operativo. Esto efectivamente le dio a IE una ventaja masiva de ventaja y participación de mercado, independientemente de sus méritos en comparación con los competidores.
* Entrar en contratos exclusivos con OEM (fabricantes de equipos originales): Microsoft presionó a los fabricantes de computadoras para preinstalar IE y restringir o evitar la instalación de otros navegadores, lo que limita aún más la elección del consumidor.
* Uso de su poder de mercado para excluir a los competidores: A través de varias tácticas, Microsoft tenía como objetivo debilitar Netscape y otros navegadores competidores para mantener su control sobre el mercado de navegación, lo que se estaba convirtiendo rápidamente en una parte crucial de la experiencia informática.
El núcleo de la acusación era que Microsoft estaba aprovechando su monopolio establecido en un mercado (sistemas operativos) para dominar ilegalmente un segundo (navegadores web), violando las leyes antimonopolio. El caso culminó en una larga batalla legal y finalmente resultó en un acuerdo, aunque los detalles del remedio siguen siendo un tema de debate.