* CSV (valores separados por comas): Este es el método más frecuente. Cada línea en el archivo CSV representa una fila en la hoja de cálculo, y los valores dentro de una fila están separados por comas. Es simple, ampliamente compatible y fácilmente analizado por los lenguajes de programación. Sin embargo, maneja solo texto plano; Se pierde el formato (como el negrita, el tamaño de la fuente, los colores).
* TSV (valores separados de pestaña): Similar a CSV, pero usa pestañas en lugar de comas para separar valores. Esto puede ser ventajoso si sus datos contienen comas dentro de las células mismas. Al igual que el CSV, el formato se pierde.
* txt (texto sin formato): Técnicamente puede "guardar como" un archivo de texto, pero el resultado dependerá en gran medida del programa de hoja de cálculo. Simplemente podría concatenar todas las celdas en una sola corriente de texto, lo que hace que sea muy difícil reconstruir la estructura de la hoja de cálculo original. En general, no se recomienda preservar los datos de la hoja de cálculo.
* Otros formatos delimitados: Similar a CSV y TSV, otros caracteres se pueden usar como delimitadores (separadores). Estos son menos comunes pero pueden usarse en contextos específicos.
El proceso generalmente implica:
1. Abrir la hoja de cálculo: En su software de hoja de cálculo (por ejemplo, Microsoft Excel, Google Sheets, LibreOffice Calc).
2. Seleccionar "Guardar como" o "Exportar": Esta opción generalmente presenta un cuadro de diálogo con varios formatos de archivo.
3. Elegir un formato basado en texto: Seleccione CSV, TSV u otro formato delimitado de la lista.
4. Guardar el archivo: Especifique un nombre de archivo y ubicación.
El archivo de texto resultante contendrá los datos de la hoja de cálculo de una manera estructurada, aunque sin formato. Reimportar este archivo de texto en un programa de hoja de cálculo generalmente restaurará los datos, pero no cualquier formato, como colores de celdas, fuentes o celdas fusionadas.