* Propósito: ¿Qué es la hoja de trabajo destinada a hacer? ¿Qué problema resuelve?
* Fuentes de datos: ¿De dónde vendrán los datos? ¿Cuáles son los formatos de datos?
* Cálculos/fórmulas: ¿Qué cálculos deben realizarse? ¿Se requieren alguna fórmula específica?
* Salida: ¿Qué información debe producir la hoja de trabajo? ¿Qué formato debe ser la salida (por ejemplo, gráficos, tablas, informes específicos)?
* Diseño/diseño: ¿Hay algún requisito de formato específico (por ejemplo, colores, fuentes, encabezados, pies de página)?
* Interfaz de usuario: Si los demás utilizarán la hoja de trabajo, ¿qué tan fácil de usar debe ser? ¿Debería incluir instrucciones o validación de datos?
* entregables: ¿Cuáles son los entregables finales (por ejemplo, un solo archivo de Excel, múltiples archivos, una presentación)?
* Línea de tiempo: ¿Cuál es la fecha límite para completar?
Cuanto más detalles se proporcionen en el documento de requisitos, más suave será el proceso y menos probable que se necesitarán revisiones más adelante. Esto es especialmente importante para hojas de trabajo complejas. Un documento de requisitos bien definidos sirve como un contrato entre el solicitante y la persona que crea la hoja de trabajo.