1. Datos:
* ¿Qué información almacenará en la hoja de cálculo? Esto incluye los puntos de datos específicos (por ejemplo, nombres, fechas, cantidades, precios) y los tipos de datos (por ejemplo, texto, números, fechas).
* ¿De dónde vendrán los datos? ¿Lo ingresará manualmente, lo importará de otras fuentes o usará fórmulas para calcularlo?
2. Propósito:
* ¿Qué quieres lograr con la hoja de cálculo? Esta es la función central. Por ejemplo, ¿es para el seguimiento de los gastos, la gestión del inventario, el cálculo de las cifras de ventas o la creación de informes?
* ¿Quién es la audiencia prevista? Esto lo ayudará a decidir el nivel de detalle, el formato y el estilo de presentación.
3. Funcionalidad:
* ¿Qué cálculos, fórmulas o análisis necesita realizar? ¿Utilizará fórmulas básicas como suma y promedio, o necesitará funciones más complejas como si las declaraciones o VlookUps?
* ¿Qué tipo de visualizaciones o gráficos utilizará para presentar los datos? Esto dependerá de sus objetivos y del tipo de datos que tenga.
Al definir claramente estos requisitos por adelantado, se asegurará de que su hoja de cálculo esté bien estructurada, eficiente y satisfaga sus necesidades específicas.