* toma de notas: Organizar información de conferencias, lecturas o investigación.
* Lluvia de ideas: Generar y organizar ideas para proyectos, ensayos o presentaciones.
* Planificación: Describir una historia, una línea de tiempo del proyecto o un trabajo de investigación.
* Escritura: Estructuración de ensayos, informes u otros trabajos escritos.
* Solución de problemas: Desglosar problemas complejos en partes más pequeñas y manejables.
* toma de decisiones: Pesando pros y contras, considerando diferentes opciones.
* Mapeo conceptual: Mostrar relaciones entre ideas y conceptos.
* Resumiendo: Condensar grandes cantidades de información en puntos clave.
* Preparación del estudio: Revisión del material para pruebas o exámenes.
* Gestión de proyectos: Seguimiento del progreso y gestión de tareas.
* Enseñanza y aprendizaje: Ayudar a los estudiantes a comprender y retener información.
Esencialmente, cualquier tarea que implique organizar y conectar información puede beneficiarse del uso de un organizador gráfico. El tipo específico de organizador gráfico utilizado dependerá de la tarea y del tipo de información que se está organizando.