1. Identifique sus necesidades y perfil de riesgo:
* ¿Qué dispositivos necesitas proteger? PC con Windows, Mac, Phone Android, iPhone, etc.? Los diferentes sistemas operativos requieren un software diferente.
* ¿Cuál es su nivel de experiencia técnica? Algunos programas son más simples de usar que otros.
* ¿Cuáles son sus hábitos en línea? ¿Descarga con frecuencia archivos de fuentes no confiables? ¿Usas Wi-Fi pública a menudo? Las actividades de mayor riesgo requieren una protección más robusta.
* ¿Cuál es tu presupuesto? La protección de malware varía de gratis hasta cientos de dólares anualmente.
2. Investigue diferentes tipos de protección de malware:
* antivirus: El enfoque tradicional, centrado en detectar y eliminar virus y malware conocidos.
* antimalware: Más amplio que el antivirus, que abarca la protección contra una gama más amplia de amenazas, incluidos spyware, ransomware y troyanos.
* suites de seguridad en Internet: Bundles que combinan antivirus/anti-malware con características como un firewall, VPN, controles parentales y administradores de contraseñas. A menudo más caro pero brindan protección integral.
* Detección y respuesta de punto final (EDR): Soluciones avanzadas para empresas e individuos expertos en tecnología, que ofrecen capacidades avanzadas de detección de amenazas, investigación y respuesta. Generalmente más caro y complejo.
3. Considere las características clave:
* Protección en tiempo real: Crucial para prevenir infecciones antes de que ocurran.
* Actualizaciones de definiciones de virus: Las actualizaciones frecuentes son esenciales para mantenerse a la vanguardia de las nuevas amenazas.
* Opciones de escaneo: Deberían estar disponibles escaneos de sistema completos, escaneos rápidos, escaneos personalizados y escaneos programados.
* Análisis heurístico: La capacidad de detectar malware desconocido basado en su comportamiento.
* firewall: Bloquea el acceso a la red no autorizado. Importante incluso si su enrutador tiene un firewall.
* Protección web: Bloquea sitios web maliciosos y evita descargas de transmisión.
* Protección por correo electrónico: Escaneos entrantes y correos electrónicos salientes para amenazas.
* Protección de ransomware: Características específicas para prevenir y mitigar los ataques de ransomware.
* La facilidad de uso: Facilidad de instalación, uso y gestión.
* Impacto del rendimiento del sistema: Evite programas que ralenticen significativamente su computadora.
* Atención al cliente: Fácil acceso al soporte útil cuando lo necesite.
4. Leer reseñas y comparaciones:
* Laboratorios de pruebas independientes: Mire los informes de organizaciones acreditadas como AV-Comparative, AV-Test y SE Labs. Estos laboratorios prueban de forma independiente los productos antivirus y publican sus resultados.
* Reseñas de los usuarios: Lea las reseñas de otros usuarios en sitios como PCMAG, CNET y TrustPilot. Presta atención a la retroalimentación positiva y negativa.
5. Pruebe pruebas gratuitas o versiones gratuitas (con precaución):
Muchas compañías acreditadas ofrecen pruebas gratuitas o versiones gratuitas limitadas de sus productos. Esto le permite probar el software y ver si satisface sus necesidades antes de comprometerse con una suscripción paga. Tenga en cuenta que las versiones gratuitas a menudo carecen de algunas características de las versiones pagas.
6. Algunas opciones populares de protección de malware (nota:esta no es una lista exhaustiva y las recomendaciones cambian con frecuencia):
* bitdefender: Conocido por su fuerte protección e impacto relativamente bajo en el sistema.
* Kaspersky: Protección poderosa, pero ha enfrentado un escrutinio con respecto a sus orígenes rusos.
* Norton: Marca de larga data con una amplia gama de características.
* McAfee: Otra marca conocida con suites de seguridad integrales.
* eset NOD32: Generalmente se considera que tiene una huella de sistema bajo y una buena protección.
* Windows Defender (integrado en Windows): Una opción gratuita decente, pero puede carecer de algunas características de soluciones pagas.
En última instancia, la mejor protección de malware es la que usa de manera consistente y que se ajusta a sus necesidades y presupuesto. Ningún software es perfecto, por lo que practicar hábitos seguros en línea (como ser cautelosos con las descargas y evitar sitios web sospechosos) sigue siendo crucial.