* Limitaciones de hardware: Finalmente, el hardware fallará (errores del disco duro, corrupción de memoria, etc.), causando un bloqueo del sistema. Esta es la limitación práctica más significativa.
* Bugs de software: Las excepciones o fugas de memoria no controladas en el sistema operativo o aplicaciones pueden conducir a bloqueos o congelaciones, lo que obliga a un reinicio.
* Fallas de potencia: Los cortes de energía inesperados interrumpirán el tiempo de actividad.
* Mantenimiento planificado: Los administradores pueden optar por reiniciar los sistemas para actualizaciones u otras tareas de mantenimiento.
Si bien algunos sistemas extremadamente bien mantenidos pueden funcionar durante años, el máximo práctico está limitado por la probabilidad de que ocurran uno de estos eventos. Encontrará anécdotas de sistemas que se ejecutan durante meses o incluso años, pero estas son excepciones, no la regla, y a menudo implican medidas significativas para mitigar los riesgos mencionados anteriormente. Las reclamaciones de máximos tiempos extremadamente largos con frecuencia involucran entornos de servidores especializados con amplia redundancia y monitoreo.