Para lograr el efecto de la ejecución de procesos de otros sistemas operativos, necesita soluciones intermedias:
* máquinas virtuales (VMS): Este es el enfoque más común. El software como VMware, Virtualbox o Hyper-V crea un entorno virtualizado dentro de Windows NT. Este entorno virtual emula el hardware de un sistema operativo diferente (por ejemplo, una máquina virtual de Linux). Luego instala el otro sistema operativo dentro de la VM y ejecuta los procesos dentro de ese sistema operativo invitado. El sistema operativo Windows NT Host gestiona la VM, asignando recursos, pero el sistema operativo invitado maneja sus propios procesos de forma independiente.
* contenedores (por ejemplo, Docker): Los contenedores proporcionan una forma de virtualización más liviana. En lugar de emular todo el hardware, los contenedores comparten el kernel del sistema operativo del host y solo virtualizan los recursos necesarios como sistemas de archivos e interfaces de red. Si bien los contenedores pueden ejecutar procesos con diferentes funcionalidades (por ejemplo, una aplicación Node.js dentro de un contenedor de Linux en Windows), todavía requieren un entorno de tiempo de ejecución de contenedores compatible (como Docker Desktop) en el host Windows NT. La ejecución fundamental del código todavía está dentro de un entorno compatible, no directamente en el kernel NT.
* Compilación cruzada: Puede compilar el código fuente de un programa originalmente escrito para otro sistema operativo para apuntar a la plataforma Windows NT (o Windows). Esto requiere un compilador cruzado que pueda traducir el código en formato ejecutable compatible con Windows. Esto crea un proceso nativo de Windows, no un proceso que se ejecuta en el entorno de otro sistema operativo.
En resumen:Windows NT no admite directamente la ejecución de procesos diseñados para otros sistemas operativos. La única forma de ejecutarlos es crear un entorno (VM, contenedor o mediante compilación cruzada) que uniera la brecha de compatibilidad.