* Organización: Windows organiza archivos y directorios en una estructura jerárquica (carpetas dentro de las carpetas) que facilita la ubicación y la administración. Esta estructura utiliza un sistema de archivos específico (como NTFS o FAT32) para definir cómo se almacenan y acceden físicamente los datos.
* Naming e identificación: Asigna nombres únicos a archivos y carpetas, lo que permite a los usuarios identificar y acceder a datos específicos. También administra extensiones de archivos, que indican el tipo de archivo y el programa asociado.
* Gestión de almacenamiento: Windows maneja la asignación y el desastre de espacio de almacenamiento en discos duros, SSD y otros dispositivos de almacenamiento. Rastrea qué archivos se almacenan donde y administra espacio libre.
* Control de acceso: Windows proporciona mecanismos para controlar qué usuarios o programas tienen acceso a archivos y carpetas específicos (leer, escribir, ejecutar permisos). Esto es crucial para la seguridad.
* Interacción del sistema de archivos: Proporciona una interfaz para que las aplicaciones interactúen con el sistema de archivos. Las aplicaciones utilizan los servicios del sistema operativo para crear, leer, escribir, eliminar y mover archivos, sin necesidad de administrar directamente los detalles de almacenamiento físico subyacente.
* Integridad de datos: Windows incorpora mecanismos para garantizar la integridad de los datos, como la detección de errores y la corrección, el diario (para garantizar la consistencia de los datos durante los bloqueos) y las verificaciones del sistema de archivos para detectar y reparar la corrupción.
En esencia, Windows actúa como un intermediario entre el usuario/aplicaciones y el almacenamiento físico, abstrae las complejidades de la administración de almacenamiento de bajo nivel y proporciona un entorno seguro y fácil de usar para la administración de archivos.