La fuerza de Unix se encuentra en su robusto sistema de archivos, una poderosa interfaz de línea de comandos y un diseño modular, que lo hacen adaptable a los roles de red. Las capacidades de red se agregaron a UNIX con el tiempo, pero fueron adiciones, no características centrales que definen su arquitectura inicial. Las características de la red se implementaron a través de herramientas y protocolos, no integrados en su estructura fundamental.