* Gestión centralizada: Los WLAN integrados a menudo se gestionan desde una ubicación central utilizando un controlador inalámbrico o un sistema de administración de red (NMS). Esto permite una configuración, monitoreo y resolución más fácil de toda la red. Los cambios en la configuración de seguridad, las actualizaciones de firmware y los ajustes de radiofrecuencia se pueden aplicar en todos los AP simultáneamente.
* Roaming sin costuras: Los usuarios pueden moverse entre diferentes AP dentro de la red sin experimentar conexiones caídas o latencia significativa. El sistema maneja inteligentemente las transferencias entre APS, proporcionando una experiencia inalámbrica consistente e ininterrumpida.
* Seguridad mejorada: La gestión centralizada permite aplicar políticas de seguridad consistentes en todos los AP. Esto incluye características como autenticación, cifrado (WPA2/3) y listas de control de acceso.
* Calidad de servicio (QoS): Las WLAN integradas a menudo ofrecen capacidades de QoS avanzadas, priorizando tipos específicos de tráfico (por ejemplo, voz sobre IP) para garantizar un rendimiento óptimo para aplicaciones críticas.
* Características avanzadas: Las soluciones integradas pueden incluir características como el seguimiento de la ubicación, el análisis de redes y la planificación inteligente de la capacidad.
Por el contrario, un WLAN * no integrado * podría involucrar AP individuales conectados a una red de forma independiente, administrada individualmente, sin el roaming sin interrupciones y el control central sobre la seguridad y los QoS. La carga de gestión es significativamente mayor, y la experiencia general del usuario puede ser menos consistente y confiable.
En resumen, una WLAN integrada proporciona una experiencia de red inalámbrica más sofisticada, manejable y confiable en comparación con una configuración más simple y descentralizada. Es un componente clave de la empresa moderna y las redes a gran escala.