individuos:
* Usuarios cotidianos: Cada vez más, los usuarios cotidianos utilizan el cifrado implícitamente a través de servicios como el correo electrónico (a menudo utilizando TLS/SSL), aplicaciones de mensajería (señal, WhatsApp, etc.) y servicios de almacenamiento en la nube (muchos ofrecen cifrado de extremo a extremo). También pueden usar cifrado para archivos personales almacenados en sus computadoras o unidades externas.
* Periodistas y denunciantes: Para proteger las fuentes confidenciales e información confidencial.
* activistas y disidentes: Comunicarse de forma segura y proteger sus identidades en regímenes represivos.
Organizaciones:
* gobiernos: Para proteger la información clasificada, las comunicaciones seguras y defender contra los ataques cibernéticos.
* Empresas: Para asegurar datos confidenciales como registros financieros, información del cliente (PII), propiedad intelectual y secretos comerciales. Esto incluye el uso de cifrado en tránsito (mientras los datos se mueven) y en reposo (mientras se almacenan los datos).
* Instituciones financieras: Para proteger las transacciones financieras y los datos del cliente, cumpliendo con regulaciones como PCI DSS.
* Proveedores de atención médica: Para proteger la información de salud del paciente (PHI) de conformidad con HIPAA.
* Instituciones educativas: Para proteger los registros de los estudiantes y los datos de investigación confidenciales.
* Empresas de tecnología: Para asegurar su software, infraestructura y datos de usuario.
En resumen, cualquier persona que necesite proteger los datos confidenciales del acceso no autorizado utiliza el cifrado. El nivel de sofisticación y los métodos específicos utilizados varían en gran medida según el contexto y la sensibilidad de la información protegida.