* accesorios maliciosos: Los correos electrónicos pueden contener archivos adjuntos (como documentos, PDF, ejecutables o archivos de archivo) que albergan malware. Cuando abre estos archivos adjuntos, el malware se puede activar e infectar su sistema.
* Enlaces de phishing: Los correos electrónicos a menudo contienen enlaces que parecen legítimos, pero conducen a sitios web falsos diseñados para robar sus credenciales de inicio de sesión, información personal o instalar malware en su dispositivo. Al hacer clic en estos enlaces e ingresar información puede comprometer su seguridad.
* malware incrustado: En algunos casos, el código malicioso se puede integrar directamente dentro del correo electrónico, a menudo disfrazado de imágenes u otros elementos aparentemente inofensivos. Cuando ve el correo electrónico, el código puede ejecutar e infectar su sistema.
* Explotando vulnerabilidades: Los atacantes pueden explotar vulnerabilidades en su cliente de correo electrónico u sistema operativo creando correos electrónicos que activan estas vulnerabilidades. Esto puede llevar a que el malware se esté instalando sin su conocimiento.
* Ingeniería social: Los atacantes a menudo usan tácticas de ingeniería social para engañarlo para que abran archivos adjuntos maliciosos o haciendo clic en enlaces de phishing. Podrían hacerse pasar por un contacto confiable, crear una sensación de urgencia u ofrecer algo atractivo para bajar la guardia.