* virus: Estos son programas de autorreplicación que se adjuntan a otros archivos o programas. A menudo se extienden a través de archivos adjuntos de correo electrónico, sitios web infectados o medios extraíbles. Pueden corromper datos, ralentizar el sistema o incluso bloquearlos.
* gusanos: A diferencia de los virus, los gusanos son programas autónomos que pueden propagarse independientemente a través de las redes sin necesidad de adjuntar a otros archivos. A menudo explotan las vulnerabilidades de seguridad para replicarse rápidamente, consumiendo el ancho de banda y potencialmente interrumpiendo los servicios de red.
* Caballos troyanos: Estos programas se disfrazan de un software legítimo para engañar a los usuarios para que los instalaran. Una vez instalados, pueden realizar acciones maliciosas, como robar datos, instalar otro malware o tomar el control del sistema.
* ransomware: Este software malicioso encripta los archivos del usuario y exige un rescate para su descifrado. Las variaciones también pueden bloquear todo el sistema hasta que se reciba el pago.
* spyware: Este tipo de malware monitorea en secreto las actividades de un usuario, recopilando información como el historial de navegación, las pulsaciones de teclas y las contraseñas. Estos datos a menudo se transmiten a un servidor remoto sin el conocimiento o el consentimiento del usuario.
* adware: Esto muestra anuncios no deseados en la computadora del usuario, a menudo interrumpiendo su trabajo y ralentizando el sistema. También puede rastrear los hábitos de navegación para la publicidad dirigida.
* rootkits: Estos están diseñados para ocultar su presencia en un sistema y otorgar atacantes de acceso persistente. Pueden ser extremadamente difíciles de detectar y eliminar.
* Bots (botnets): Estos son programas que convierten las computadoras infectadas en parte de una botnet, una red de computadoras controladas utilizadas para actividades maliciosas como ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS), spamming o robo de datos.
El impacto de una infección por computadora puede variar desde inconvenientes menores como anuncios emergentes hasta consecuencias graves, como pérdida de datos, robo de identidad y pérdidas financieras. La prevención a través del software de seguridad, las actualizaciones regulares, los hábitos de navegación cuidadosos y las contraseñas seguras es crucial.