* malware: Esto abarca virus, troyanos, spyware, ransomware y otro software malicioso. Estos se pueden descargar sin saberlo a través de sitios web infectados, archivos adjuntos de correo electrónico (phishing) o disfrazados de software legítimo. Una vez instalado, el malware puede robar información (contraseñas, fotos, etc.), grabar pulsaciones de teclas, monitorear la actividad en línea o incluso tomar el control de la computadora de forma remota.
* Phishing: Esto implica correos electrónicos, mensajes o sitios web engañosos diseñados para engañar a las víctimas para que revelen información confidencial como contraseñas, números de tarjetas de crédito o datos personales. Esta información se puede utilizar para acceder a cuentas o comprometer la computadora.
* Ingeniería social: Esta es una técnica manipuladora donde los depredadores usan trucos psicológicos para ganar confianza e información. Esto puede implicar hacerse pasar por un amigo, figura de autoridad o alguien que necesita ayuda para extraer datos confidenciales o convencer a las víctimas de que realicen acciones que comprometan su seguridad.
* Explotando vulnerabilidades: El software y los sistemas operativos tienen vulnerabilidades (defectos de seguridad). Los depredadores pueden explotar estos defectos para obtener acceso no autorizado a las computadoras, a menudo a través de ataques automatizados que escanean sistemas vulnerables. Mantener el software actualizado es crucial para evitar esto.
* redes públicas de Wi-Fi: El uso de redes de Wi-Fi públicas no garantizadas hace que las computadoras sean vulnerables a los ataques, ya que los actores maliciosos se interceptan fácilmente los datos transmitidos a través de estas redes.
* Sitios web o aplicaciones comprometidas: Visitar sitios web maliciosos o usar aplicaciones comprometidas puede conducir a infecciones de malware o violaciones de datos.
Es importante comprender que los depredadores a menudo no se dirigen a personas específicas inicialmente. En cambio, lanzaron una amplia red utilizando herramientas y técnicas automatizadas, con la esperanza de encontrar sistemas o individuos vulnerables que puedan ser manipulados. El objetivo puede no ser el acceso directo a su computadora, sino más bien el acceso a información confidencial o para establecer el contacto con un niño para su explotación. Por lo tanto, las prácticas de seguridad robustas y la educación de los niños sobre la seguridad en línea son esenciales.