* Programas/bromas: A menudo son benignos y están destinados a ser humorísticos, pero aún pueden ser molestos si no se identifican claramente como tal. Pueden mover al azar el cursor del mouse, cambiar la configuración de escritorio o jugar ruidos fuertes.
* adware/cachorros (programas potencialmente no deseados): Si bien se centra principalmente en mostrar anuncios no deseados, algunos adware pueden ser increíblemente intrusivos e irritantes a través de ventanas emergentes, ralentizaciones o redireccionamientos constantes.
* ransomware (en un sentido limitado): Si bien el objetivo principal es la extorsión, un ransomware menos sofisticado podría emplear comportamientos irritantes como mostrar constantemente mensajes molestos antes de exigir el pago. Sin embargo, este es un efecto secundario en lugar del objetivo principal.
La línea entre una broma inofensiva y un software malicioso puede ser borrosa, pero la clave es la intención. Un programa diseñado * específicamente * para molestar al usuario, sin un propósito más malicioso, probablemente se describiría como un programa de broma molesto o una pieza de adware particularmente irritante.