* Software obsoleto: Los navegadores se actualizan constantemente para parches de agujeros de seguridad. Usar un navegador obsoleto significa que es probable que ejecute código con vulnerabilidades conocidas que los hackers pueden explotar.
* Características de seguridad faltantes o deshabilitadas: Los navegadores tienen características de seguridad incorporadas como Sandboxing (procesos de aislamiento para evitar la propagación de malware), la aplicación de HTTPS (favoreciendo conexiones seguras) y protección contra el phishing. Si estos están discapacitados o no funcionan mal, el navegador es menos seguro.
* Extensiones o complementos comprometidos: Las extensiones maliciosas o los complementos pueden robar datos, rastrear los hábitos de navegación o incluso secuestrar el navegador por completo.
* Sistema operativo vulnerable: La seguridad del navegador también está vinculada a la seguridad del sistema operativo. Un sistema operativo vulnerable puede hacer que el navegador sea menos seguro.
* Hábitos de usuario pobres: Descargar archivos de fuentes no confiables, hacer clic en enlaces sospechosos e ignorar las advertencias de seguridad contribuyen a un mayor riesgo de compromiso, independientemente del navegador en sí.
En esencia, un "navegador inseguro" es uno que, debido a una combinación de los factores anteriores, ofrece menos protección contra el malware, los ataques de phishing, el robo de datos y otras amenazas en línea. No se trata de un nombre específico del navegador (como Chrome o Firefox), sino su configuración y el nivel de atención tomado para mantener su seguridad.