1. Verifique las propiedades del dispositivo de reproducción:
* Windows: Haga clic derecho en el icono del altavoz en la bandeja del sistema (esquina inferior derecha). Seleccione "Sounds" (o "Dispositivos de reproducción"). Seleccione sus altavoces (si se enumeran múltiples), haga clic en "Propiedades", luego vaya a la pestaña "Avanzado". Busque una configuración de "frecuencia de muestreo". Debe establecerse en una tasa estándar como 44100 Hz (o 48000 Hz). Si es mucho más alto, búscalo a una tasa estándar. También verifique el "formato predeterminado":podría establecerse en una tasa de bits/muestlate más alta de lo normal. Intente volver a configurarlo en una opción más estándar (por ejemplo, 16 bits, 44100 Hz).
* macOS: Vaya a las preferencias del sistema> Sound> Salida. Seleccione sus altavoces. Puede haber una opción para la frecuencia de muestreo aquí, aunque es menos común que los macOS tengan esta configuración fácilmente disponible.
2. Verifique el panel de control de sonido/preferencias:
Dependiendo de su tarjeta de sonido o audio integrado, puede haber un panel de control o software separado que ofrezca más configuraciones de audio granular. Busque opciones relacionadas con:
* frecuencia de muestreo/frecuencia: Como se mencionó anteriormente, este es el culpable más probable.
* Control de tono: Algunas tarjetas de sonido le permiten ajustar el tono de la salida. Si esto se establece accidentalmente demasiado alto, creará el efecto ardiente.
* Efectos: Deshabilite los efectos de audio que puedan estar alterando la velocidad o el tono de reproducción (por ejemplo, "cambio de tono", "control de velocidad").
3. Verifique la configuración de audio de la aplicación:
A veces, el problema se origina desde la aplicación que está utilizando para reproducir audio. Verifique la configuración de audio dentro de ese programa específico. Algunas aplicaciones tienen su propio volumen independiente y controles de audio que pueden estar anulando la configuración de todo el sistema.
4. Verifique los controladores de audio en conflicto:
Los conductores de audio anticuados o conflictivos a veces pueden conducir a problemas de audio inesperados. Intente actualizar sus controladores de audio a la última versión desde el sitio web de su fabricante de computadora o el sitio web del fabricante de la tarjeta de sonido. Si tiene varios controladores de audio instalados, intente deshabilitar cualquiera que no necesite.
5. Reinicie su computadora:
Un reinicio simple a menudo puede resolver problemas de software temporales que podrían estar afectando la configuración de audio.
6. Verifique los problemas de hardware (menos probables):
Si ninguno de los pasos anteriores funciona, existe una pequeña posibilidad de que pueda haber un problema de hardware con su tarjeta de sonido o altavoces. Sin embargo, un problema de hardware es menos probable dada la naturaleza del problema (es un problema de velocidad/tono, no distorsión o falta de sonido).
Si ha probado todos estos pasos y el problema persiste, proporcione más información sobre su sistema operativo y tarjeta de sonido, y podría ofrecer una orientación más específica.