* Nivel de presión de sonido (SPL): Esto mide la intensidad del sonido en su oído. Un sistema de alta potencia * puede * producir SPL mucho más altos que un Walkman, pero no * tiene * hacerlo. Puede escuchar un sistema de monstruos a un volumen bajo, lo que resulta en un SPL más bajo que un Walkman jugado con un volumen máximo. El SPL en su oído es el determinante clave del daño auditivo.
* Proximidad a la fuente de sonido: Los walkmans están diseñados para usarse muy cerca de la oreja. Esto significa que incluso una potencia de salida relativamente baja puede dar como resultado un alto SPL en el tímpano. Un sistema de sonido monstruo generalmente está más lejos del oyente, reduciendo significativamente el SPL en los oídos, incluso a niveles de potencia más altos.
* Respuesta de frecuencia: Ciertas frecuencias son más dañinas para la audición que otras. La respuesta de frecuencia tanto del Walkman como del sistema de sonido juegan un papel. Un sistema con un bajo pesado puede causar daños de manera diferente a un Walkman que toca principalmente frecuencias de rango medio y altas.
* Duración de la exposición: Escuchar a un SPL alto por poco tiempo podría no causar un daño significativo, mientras que escuchar a un SPL moderadamente alto durante períodos prolongados ciertamente puede. Alguien podría explotar brevemente su sistema de monstruos durante una fiesta, mientras que alguien más escucha a su Walkman durante horas al día.
* Sensibilidad auditiva individual: Algunas personas son naturalmente más susceptibles al daño auditivo que otras.
En resumen, el * potencial * para el daño es más alto con un sistema de sonido de alta potencia * si * se usa para producir un alto SPL en el oído del oyente. Sin embargo, la proximidad del Walkman a la oreja hace que sea * fácil * alcanzar SPL dañinos incluso con una potencia más baja. Por lo tanto, es inexacto decir que uno es * siempre * más dañino que el otro. El factor clave es el nivel de presión de sonido en el oído, no solo la potencia de salida del dispositivo.