* Estandarización de tono: Anteriormente, la música se transmitía por vía oral, lo que condujo a variaciones e inexactitudes. El sistema de Guido, utilizando líneas y espacios para representar lanzamientos específicos, proporcionó un estándar visual y escrito para el tono. Esto significaba que los cantantes podían aprender y realizar melodías con mayor precisión y consistente, independientemente de dónde estuvieran ubicados o de quién aprendieron.
* Aprendizaje y memorización: La notación proporcionó una ayuda visual para las melodías de aprendizaje. Los cantantes podrían leer la notación y aprender las notas e intervalos, haciendo que el proceso de aprendizaje sea más eficiente y menos dependiendo de la memorización de memoria. Esto también ayudó a la retención a largo plazo de la música.
* Preservación de la música: La notación escrita permitió la preservación de obras musicales. Los compositores podrían escribir su música, asegurando que se transmitiera a las generaciones futuras sin ser alterados a través de la tradición oral. Los cantantes podrían acceder a esta música preservada y aprenderla.
* Música compleja: A medida que la música se volvió más compleja, con múltiples voces y armonías intrincadas, la notación se hizo esencial. Permitió a los compositores especificar las notas y ritmos exactas para cada voz, lo que permite a los cantantes realizar piezas complejas que hubieran sido imposibles de aprender y realizar con precisión sin notación.
* Cantando a la vista: La notación temprana hizo posible que los cantantes lean por primera vez. Guido del sistema de asociación de sílabas de Arezzo (UT, RE, MI, FA, SOL, LA) con los lanzamientos en el personal y los gestos de la mano permitieron a los cantantes seguir melodías mientras las veían en el papel. Esto abrió puertas para aprender nuevas piezas de manera más eficiente y abrió exploración musical a cantantes de todo el mundo.