Las manijas aisladas en las herramientas utilizadas para trabajar en equipos electrónicos son cruciales para la seguridad porque protegen al técnico de las descargas eléctricas. Los componentes y circuitos electrónicos pueden transportar voltajes potencialmente letales, incluso cuando la potencia principal se apaga. Los condensadores, por ejemplo, pueden almacenar una carga por un tiempo significativo después de que se elimina la energía. Un mango aislado evita que la corriente fluya a través del cuerpo del técnico al suelo, minimizando así el riesgo de electrocución o lesión por descarga eléctrica.