* Orientado a la conexión: Este tipo de comunicación establece una ruta dedicada (una conexión) entre dos entidades de comunicación antes de que comience la transferencia de datos. Piense en ello como hacer una llamada telefónica:establece una conexión, habla y luego cuelga (termina la conexión). Esto garantiza la entrega confiable de datos, con características como detección de errores, secuenciación y control de flujo. TCP (Protocolo de control de transmisión) es el mejor ejemplo de un protocolo orientado a la conexión.
* sin conexión: Este tipo de comunicación envía paquetes de datos de forma independiente, sin establecer una conexión anterior. Cada paquete se trata como una unidad separada, y no hay garantía de entrega u pedido. Es como enviar postales:las envías individualmente, y no hay garantía de que todos lleguen o en el orden que fueron enviados. UDP (protocolo de datagrama de usuario) es el ejemplo principal de un protocolo sin conexión.
Si bien la * capa de transporte * es donde se definen e implementan estos estilos de comunicación, las capas inferiores (red, enlace de datos y físico) todavía están involucradas en la transmisión real de datos, independientemente de si está orientada a la conexión o sin conexión. Las capas superiores (sesión, presentación y aplicación) utilizan los servicios proporcionados por la capa de transporte para construir sus aplicaciones, dependiendo de la confiabilidad (o falta de ella) ofrecida por el enfoque orientado a la conexión o sin conexión.